Los miedos

16.09.2012 19:58

 

Los miedos son recursos a los que nuestra mente acude para retroalimentar la dependencia con quienes nos sembraron esos miedos.

El miedo, como forma de dominación, es la mejor forma de esclavizar a los demás; cuando uno es inseguro genera seres más inseguros que uno, te lo explico de una manera distinta: Si educo a través del dialogo y el afecto, no esclavizo, pero si siembro miedos y agresividad, domino.

Vamos a empezar de vuelta.

Si yo le digo a alguien que tengo todas las respuestas o que soy el único que puede protegerlo de todos sus miedos, estoy usando sus miedos para ejercer mi dominación, generando a través de este sistema de enseñanza un ser que me va a ver como un Dios o alguien a quien venerar.

Quizá la veneración que siento por mama y papa es porque ellos me protegían de los símbolos que ellos mismos utilizaron para sembrarme miedos; en muchos casos mama ese ser que hasta hoy sigue siendo quien me maneja (porque me protegía), me inculco reiteradamente:

”Vas a ver cuando venga tu madre...“

“Si tu padre se entera...”

“Tu papa no te lo va permitir...”

“Tu padre se va a enojar...”

El temor al castigo divino, al infierno, al diablo, al hombre de la bolsa, a ese señor que te va a raptar, al portero que te va a encerrar en el sótano, al hombre de la barba, ala gitana que te va a robar, estos símbolos que se siguen utilizando atravesó de miles de pautas culturales que se van trasmitiendo de generación en generación, no son más que recursos torpes a los que los ignorantes temerosos de su libertad recurren para esclavizar y amaestrar a sus semejantes, para mantener una cultura de sumisión.

Esto lo vemos en la familia con nuestros descendientes y en el ámbito laboral con nuestros empleados. Si yo hago que mi hijo tenga miedo, lo voy a tener aferrado a mi falda. Así yo soy un ser que se agranda a través de la dominación del más inseguro.

Vamos a empezar de nuevo.

Cuando uno es muy inseguro siembra y ejerce dominaciones porque cree que de esa forma podrá compensar su inseguridad, sintiéndose seguro al lado de personas más inseguras que él.

El que redescubre sus capacidades puede encontrar esa seguridad interior y no tiene necesidad de dominar o humillar a los demás porque él es el y no depende de quienes lo veneran.